Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA NUEVA ESPAÑA, II



Comentario

Capítulo 8
De cómo Motecuçoma embió sus encantadores y maléficus para que empeciesen a los españoles

Después de lo arriba dicho, luego Motecuçoma juntó algunos adivinos y algunos principalejos, y los embió al puerto donde estavan los españoles para que procurasen que no les faltase comida y todo lo que demandasen, y para que mirasen diligentemente para que le diesen la relación de todo lo que pasava; y embió con ellos algunos captivos para que sacrificasen delante del dios que venía, si viesen que convenía, y si demandasen sangre para beber. Fueron aquellos embaxadores y llegaron a donde estavan los españoles, y ofreciéronles tortillas roci[a]das con sangre humana. Como vieron los españoles aquella comida, tuvieron grande asco de ella; començaron a escupir y abominarla, porque hedía el pan con la sangre. Esto se hizo por mandado de Motecuçoma, y él lo mandó hazer porque tenía que aquéllos eran dioses que venían del cielo, y los negros pensaron que eran dioses negros. Todos ellos comieron el pan blanco que llevavan sin sangre, y los huevos y aves, y la fruta que los presentaron, y recivieron también comida para los cavallos.

Embió Motecuçoma a aquellos adivinos, agureros y nigrománticos, para que mirasen si podrían hazer contra ellos algún encantamiento o hechizería para con que enfermasen o muriesen o se bolviesen. Y éstos hizieron todas sus diligencias como Motecuçoma les havía mandado contra los españoles; pero ninguna cosa les aprovechó ni tuvo efecto, y ansí se bolvieron a dar las nuevas a Motecuçoma de lo que havía pasado; dixéronle que aquella gente que havían visto era muy fuerte, y que ellos no eran nadie para contra ellos.

Luego Motecuçoma, embió otros mensajeros y embaxadores principales y calpisques para que fuesen adonde estavan los españoles, y mandólos, s[o] pena de muerte, que con gran diligencia procurasen todo lo que les fuesen necesario a los españoles, ansí para en la mar como para en la tierra. Fueron estos mensajeros con gran priesa, y hizieron todo lo que Motecuçoma les mandó; por todo el camino procuravan de proveer a los españoles de todo lo necesario, y servíanlos con gran diligencia.